Cuando crecemos, ¿olvidamos la mayoría de las cosas que nos pasaron en la infancia, o simplemente creemos que las olvidamos pero siguen ahí?
En realidad, todo lo que nos pasa desde antes de nacer hasta el día de hoy, está en nuestro subconsciente, que, según los estudios es el que maneja nuestra vida en más de un 90%. Si algún episodio fue negativo o tóxico, quedará ahí hasta que lo sanes, y si la emoción fue reprimida podrá salir en forma de enfermedad.
Lo que no sanas, lo que no expresas, va a hacer que se repitan episodios en tu vida hasta que lo soluciones, pero en lugar de verlo como algo malo, debemos verlo como una oportunidad que tenemos para aprender y crecer como personas.
En nuestra infancia vamos guardando creencias limitantes, heridas, memorias, etc que nos van a seguir afectando en todas las relaciones que vamos a tener de adultos, puede ser que tengas patrones que se repiten a nivel de pareja, en el trabajo o incluso con tus hijos o amigos. Todo lo que te pasa te está dando información de lo que tienes que solucionar en tu vida.
¿Qué podemos hacer al respecto?
1º) Para tener distintos resultados, debemos empezar a realizar cosas diferentes, cambia tus hábitos, empieza a cuidarte más, mejor alimentación, más ejercicio, etc.
2º) Debemos empezar a conectar con ese niño interior, sanar esa relación, darnos aquello que nos faltó. Para ello, si no sabes cual es el problema, puedes buscar a un profesional que te acompañe para ver qué es lo que hay que sanar, o puedes empezar a hacer meditaciones para sanar tu niño interior, (en youtube hay muchas meditaciones guiadas de ese tipo) para intentar encontrar la causa.
3º) Identificar las heridas emocionales que te están afectando y que se detonan cada vez que se repite alguna situación similar, para poder trabajarlas y sanarlas.
Las heridas emocionales son 5:
Herida de abandono:
Miedo al abandono, a la soledad, debido a una falta de afecto, de compañía o de cuidado de uno de los progenitores en los primeros años de vida.
Se sana trabajando el miedo a la soledad, fortaleciendo la autoestima, y practicando el autocuidado.
Herida de rechazo:
Esta herida podemos tenerla desde que nacemos, es una herida muy profunda en la que nos sentimos rechazados, infravalorados, inútiles e incluso sin derecho a existir.
Una vez identificada, se debe trabajar la autoestima, el amor propio, las inseguridades, colocarte en el lugar que te corresponde y actuar con asertividad.
Herida de humillación:
Aparece cuando los padres ridiculizan, desaprueban y critican al niño, afectando a su autoestima. Son niños que hacen todo lo posible por complacer y ayudar a los demás, ya que tienen miedo a ser libres, siempre buscan aprobación.
Para sanar esta herida, debes empezar a valorarte haciendo las paces con tu pasado, ser libre y cuidarte a tí mismo.
Herida de traición:
Surge cuando el niño se siente traicionado por alguno de los progenitores al no cumplir una promesa, generando rencor y desconfianza, lo que provocará que quiera controlar todo lo que pasa para no volver a sentir esa traición.
Para sanar esta herida, deben trabajar la paciencia, la delegación de responsabilidades, y sobre todo la confianza como antídoto al control excesivo que tienen.
Herida de injusticia:
Surge cuando los progenitores son rígidos o autoritarios, por lo que se sienten injustamente tratados. Les cuesta recibir reconocimiento porque sienten que no lo merecen. Se convierten en adultos rígidos que creen que tienen la verdad absoluta.
Para sanar esta herida, sobre todo, deben trabajar la rigidez y realizar un cambio de percepción, pidiendo ayuda si fuera necesario, y confiando en los demás.
Si te interesa profundizar en las 5 heridas, puedes leer los libros de Lise Bourbeau.
Además de todo esto, debemos tener en cuenta que nuestros padres lo han hecho lo mejor que han sabido y han podido, al igual que nosotros hacemos las cosas siempre lo mejor que sabemos en cada momento. Por ello, es importante agradecer a nuestros progenitores que nos hayan dado la vida y todo lo que hayan hecho por nosotros. Debemos sanar nuestra relación con nuestros antepasados y no olvidar a ningún integrante de nuestra familia.
No hay culpables y todo lo que sucede es por algo. Debemos verlo como una oportunidad de mejorar y aprender.
Y si quieres lograr un cambio en tu subconsciente, he creado una herramienta para que puedas empezar tú mism@: "El mundo es igual, pero tú lo verás distinto. Diario práctico de 40 días para cambiar tu subconsciente". Es un libro práctico con afirmaciones, frases, reflexiones, etc. con el que podrás empezar a crear nuevos hábitos, ir desplazando la información negativa e ir empoderándote día a día, ya que al final, a la persona que más juzgamos es a nosotros mismos, y eso debe cambiar. Te dejo el enlace: Diario práctico en Amazon
Espero que este blog te haya ayudado y por supuesto, si quieres trabajar algún tema en particular, puedes contactar conmigo de forma gratuita para informarte sobre el análisis del árbol transgeneracional o las sesiones de coaching. Aquí te dejo el enlace al formulario de contacto: